¿Cómo disfrutar del sexo anal ...de verdad?
Sexualidad
El sexo anal, la penetración del ano, es una práctica válida, placentera e íntima. Puede realizarse empleando el pene de otro hombre o juguetes eróticos como un dildo.
En la penetración anal hay tantos mitos como tabúes y es una práctica elogiada o condenada según el contexto o cultura.
En el sexo anal podemos encontrar muchas dificultades, físicas y/o emocionales, para disfrutar plenamente de él. Veamos algunas ideas para vivirlo con gozo.
El tamaño de pene sí importa: un tamaño más grande de 17 cm. puede molestar o producir daño. Ten en cuenta que la próstata se encuentra a unos 10 cm., así que un pene de 10 a 16 cm. es más que suficiente para estimularla.
El ano es un tejido muscular con un esfínter externo y otro interno preparados para expulsar los excrementos, no para permitir la entrada... así que tanto el largo como el grosor del pene tienen importancia a la hora de penetrar.
Dar tiempo es imprescindible: estimular este músculo para que se relaje forma parte del espacio íntimo. Para disfrutar de una penetración realmente es recomendable que dediquéis tiempo a relajar y dilatar.
Usar los dedos, la lengua, la saliva o lubricantes, los dildos... para que, poco a poco, esta región se afloje y permita la entrada del pene.
Cuando el pene esté dentro, dar más tiempo a que tu ano y recto se acostumbren, usando bastante lubricante.
Higiene para una penetración limpia: el sexo anal necesita más programación en vuestra agenda, especialmente por la higiene interna.
Emplea un enema o la manguera de la ducha a baja presión, con agua tibia, la cantidad de un vaso de agua.
Deja actuar unos minutos, puedes moverte, saltar o masajear tus nalgas y vientre. Cuando el agua salga limpia estás preparado para ser penetrado, si no vuelve a repetir el proceso.
Son algunos consejos que os pueden ayudar. Aunque el más relevante es limpiar las creencias y juicios que tenéis acerca del sexo anal: es sucio, es de pervertidos, es pecado, es pornográfico, siempre duele, suprime mi hombría...
Cualquier mensaje similar a estos está provocando que tu cuerpo se tense, rechace esta práctica y, finalmente, provoque malestar físico y/o emocional, cuando puede convertirse en un regalo para ambos dentro de un espacio sagrado de conexión entre hombres.